SENSACIONES DESDE RODAS

Se acaba éste verano "no verano" del 2.008; y digo "no verano" porque el tiempo así lo ha querido.
Viendo si arrancaba ha ido pasando sin pena ni gloria "metereológicamente hablando" porque para mi ha sido muy importante; yo diría que ha sido un punto de inflexión, un momento de esos que dejan una arruga de madurez muy marcada por dentro, una de esas arrugas que ya notaré para siempre y que me sirve para acordarme de todas las decisiones que he tomado, y no olvidar lo que tengo que hacer.
Esas arrugas marcadas me gustan , incluso las exteriores, las que tengo alrededor de los ojos por haberme reido millones de veces, la que marca la mitad de mi frente y que me recuerda todas las preocupaciones que he tenido, todas las batallas que he librado, todas las lagrimas que he derramado y a la vez todo lo que he conseguido yo sola paso a paso y surco a surco.
A mitad de éste verano me sobrepasaron un montón de cosas y tomé conciencia de que mi vida necesitaba no ya una vuelta de tuerca sino un giro completo, y fui consciente de que o lo daba yá o la factura iba a se impagable.
Tuve unas largas vacaciones laborales, pausadas, sin acontecimientos importantes, pero fue justo después, al terminarlas, cuando he decidido ponerme manos a la obra y hacer cambios.
Ultimamente me sobraba un montón de gente que revoloteaba a mi alrededor sin sentido y sin embargo necesitaba afianzar otra, atesorarla definitivamente.
Tengo necesidad de estar sola, más que nunca, o acompañada solo por determinadas personas, y al mismo tiempo sé que hay un monton de gente que quizás no se ha movido por los mismos derroteros que yo y que tengo que encontrar.
Me he replanteado muchas cosas y según voy haciendo cambios las piezas créo que van encajando.
Necesito ser firme, firme conmigo misma, porque solo si soy consecuente con todas esas "normas" que he diseñado para mi voy a conseguir despejar mi cabeza de incomodas nubes.
Cuando empecé el verano eran nubarrones espesos y grises, ahora todo se va aclarando y si todo sigue el curso que debería mi vida por fín va a ser azul.
No suelo depender de los demás para nada, pero cada vez quiero depender menos, yo puedo solucionar lo mío y ayudar a mi gente pero no puedo permitir que el sacar a flote me lleve a la posibilidad de que la cuerda ceda y me lleven con ellos hacia la otra parte.
Me agotan más las batallas ajenas que las mias propias porque yo me conozco y se que argumentos tengo que utilizar, pero cuando me empeño en sacar a alguien de un problema a veces me encuentro con la testarudez y la dejadez que tienen para aprender a librar sus propias batallas. Querer es poder, pero hay que "querer" hay que "actuar" no se puede querer y dejar los brazos caidos esperando que alguien venga a movertelos....eso acaba conmigo.
Muchas veces son causas perdidas y acabo perdiendo yo las fuerzas que necesito para arreglar las mías.
Siempre ayudaré a mi gente, pero necesito colaboración, y no voy a tirar más de quien se quiere cargar los bolsillos de piedras porque en el fondo tiene miedo de moverse y salirse de su circulo, de aceptar todo lo imprevisto que te viene cuando haces cambios. Y es una estupidez, porque los cambios y lo imprevisible suelen traer cosas que valen la pena, el factor sorpresa, la posibilidad de acontecimientos imprevistos son para mí "la esencia de la vida", es lo que da emoción, lo que te puede cambiar muchas veces para algo bueno, pero claro.... hay que arriesgarse, no hay otra forma de averiguarlo.
En ese punto estoy, en pleno "otra vez" reciclaje. Definitivamente la vida para que evolucione bien exige que uno se reinvente las veces que sean necesarias, vale para la vida y vale para el amor, o reinventas o muere sin remedio.
Estoy escribiendo ésto desde Cíes, es Domingo, apenas hay gente ya por aquí. Son los ultimos coletazos del verano, en el bar están pocos, los mejores,Berti, María, Carlos (mi carlitos) que es de esas personas que da gusto tener cerquita, que me inspira mucha paz, que me hace volver a creer que existen personas "de verdad", que no me las invento yo en mi cabeza.
El día hoy es perfecto.
Por otro lado espero con ansia el otoño que nos va a traer una niña, de nombre Martina y que va a convulsionar positivamente a la familia.
Un soplo de aire fresco, una alegria enorme para todos. ¡¡¡¡ Ana Mari, bisabuela!!!
Niña de Otoño mezcla de dos personas increibles, con una capacidad de dar calor enorme, guapas por dentro, guapas por fuera. Así que a los creadores de Martina, Victor y Claudia,enhorabuena y muchas gracias por hacernos éste regalo y traer un bálsamo a esta familia tan herida en los últimos años.....Empieza la buena racha.....